La ciencia lleva años estudiando el impacto de las hormonas y neurotransmisores en la salud y el estado de ánimo. Entre todos ellos, la dopamina ha cobrado especial protagonismo, ya que es el neurotransmisor que nos hace sentir bien cuando anticipamos una experiencia placentera. Este "químico de la felicidad" es el centro de atención en un mundo donde las redes sociales explotan su circuito de manera sistemática. Para escapar de esa "prisión digital", miles de personas están adoptando el "ayuno de dopamina", para equilibrar las dosis de bienestar en el día a día.
El concepto del ayuno de dopamina es simple, pero efectivo. Consiste en organizar actividades diarias en diferentes pasos. Primero, una acción rápida que proporcione una dosis inmediata de felicidad, como tomar un baño caliente o acariciar a tu mascota. Segundo, una actividad más prolongada que requiere esfuerzo, pero ofrece una recompensa mayor, como una sesión de yoga o cocinar tu plato favorito. Además, se recomienda añadir un complemento, como escuchar música o hablar con un amigo, para intensificar la experiencia.
Silicon Valley, famoso por sus innovaciones tecnológicas, también ha sido cuna de tendencias de bienestar. Entre ejecutivos y profesionales del sector, han cobrado popularidad prácticas como el ayuno intermitente o las rutinas productivas. El ayuno de dopamina no es ajeno a estas tendencias, ya que combina la búsqueda de bienestar emocional con estrategias que aumentan la productividad personal. La idea es ofrecer un contrapeso a la saturación digital y fomentar hábitos que nos hagan sentir mejor de manera sostenible.
Para cerrar, el tercer paso y el cuarto, el más "especial". Se refiere a pequeños placeres como ver televisión o jugar a videojuegos, que deben ser consumidos con moderación. Por último, el "especial" es una actividad menos frecuente, pero que actúa como recompensa, como un masaje o una clase de cerámica. Aunque algunos lo ven como una moda pasajera, muchos aseguran que es una herramienta efectiva para desconectar y recargar energías en un mundo cada vez más digital.