Ser una estrella del pop en la actualidad va más allá de tener una voz melodiosa y una apariencia atractiva. La exigencia física y la resistencia requeridas para realizar espectáculos en vivo durante horas son una realidad para artistas como Taylor Swift, Beyoncé y Madonna. Los profesionales del fitness, inmersos en el mundo del entrenamiento de celebridades, muchas veces brindan una visión de los rigurosos regímenes que estas estrellas siguen para mantenerse en forma y realizar actuaciones de alto impacto.
Para Taylor Swift, su preparación para la gira The Eras Tour involucró correr diariamente en la cinta mientras cantaba su repertorio completo en voz alta. Además, tres meses de entrenamiento de danza fueron esenciales para incorporar movimientos vigorosos y cambios de vestuario en su espectáculo de casi tres horas. Esta dedicación física no es única de Swift; Beyoncé y Madonna también han documentado la intensidad física requerida para mantenerse en la cima durante extensas giras.
Los entrenadores personales, como Dan Roberts en Londres, tratan a estos artistas como atletas, evaluando las demandas específicas de sus actuaciones y diseñando programas de entrenamiento para fortalecer músculos clave y prevenir lesiones. La "prehabilitación", que se centra en la flexibilidad y la fuerza general, es vital para artistas que bailan y se mueven vigorosamente en el escenario noche tras noche.
El proceso de preparación comienza meses antes de que la gira comience, abordando lesiones previas y adaptándose a las necesidades individuales del artista. El caso de Taylor Swift es destacado: comenzó a entrenar 6 meses antes de comenzar la gira. Más allá del aspecto físico, el entrenamiento de celebridades también aborda objetivos secundarios, como perder peso o ganar músculo antes de eventos importantes. Los entrenadores trabajan en estrecha colaboración con nutricionistas y otros profesionales para garantizar que las estrellas estén en su mejor forma, tanto física como estéticamente.
Aunque el trabajo de entrenador a menudo se reduce a mantener la forma durante las giras, la adaptabilidad es clave. Algunos artistas pueden quemar hasta 1,000 calorías en un solo espectáculo, y la gestión de la energía y el bienestar se convierte en una prioridad. Además, se deben considerar las particularidades de cada estrella, desde sus preferencias dietéticas hasta su disposición para el ejercicio.
El entrenamiento de celebridades va más allá del aspecto físico, abordando también aspectos mentales y emocionales. Además de actuar como entrenadores, estos profesionales pueden servir como confidentes y ofrecer apoyo emocional a artistas que lidian con las presiones de la fama y el rendimiento. En última instancia, el entrenamiento de estrellas como Taylor Swift es un esfuerzo colaborativo que involucra a un equipo diverso, desde entrenadores personales hasta nutricionistas y profesionales de la salud mental. A medida que las celebridades se esfuerzan por brindar actuaciones inolvidables, el trabajo detrás de bambalinas es esencial para garantizar que estén física y mentalmente preparadas para enfrentar el brillante escenario del estrellato.