La presión por alcanzar estándares de belleza poco realistas continúa siendo un tema preocupante, y la situación se ha agravado con el uso de la inteligencia artificial (IA) en la creación de imágenes que representan una perfección inalcanzable. Según un estudio reciente realizado por Dove, 6 de cada 10 mujeres estarían dispuestas a sacrificar un año de su vida para alcanzar sus estándares de belleza, lo que evidencia la magnitud del problema.
El estudio, que entrevistó a más de 33.000 personas a nivel mundial, reveló que 2 de cada 5 féminas sienten la presión de someterse a procedimientos estéticos, influenciadas por las imágenes idealizadas que ven en redes sociales. Estas imágenes, muchas veces generadas por inteligencia artificial, perpetúan estándares de belleza poco realistas y contribuyen a una insatisfacción corporal cada vez más generalizada.
"Aunque sabemos que las imágenes son falsas o generadas por inteligencia artificial, 1 de cada 3 mujeres y niñas aún siente la presión de alterar su apariencia debido a lo que ven en internet", señaló el estudio. Este fenómeno no solo afecta la autoestima, sino que también alimenta una industria de la belleza que se nutre de las inseguridades de las personas.
La digitalización de la belleza, con la creación de influencers virtuales perfectas que no envejecen, no enferman y no tienen imperfecciones, está llevando la presión por cumplir con estos estándares a un nuevo nivel. Esta situación plantea una pregunta crucial: ¿cómo educamos a las generaciones más jóvenes para que comprendan que estos ideales creados con inteligencia artificial son completamente ficticios y destructivos?