¿Eres de los que no salen de casa sin un paquete de chicles? La goma de mascar es un indispensable para muchas personas, ya sea para reducir el estrés, evitar comer entre horas o simplemente minimizar los malos olores. No obstante, esta golosina conlleva una serie de riesgos para tu salud bucodental que debes conocer.
Uno de los efectos negativos de mascar chicle es el desgaste dental que produce. Si masticas chicle todos los días, a la larga, se deteriorará el esmalte dental. Al dañarse, podrían surgir otros problemas como sensibilidad, fragilidad dental y aparición de infecciones.
La mayoría de los chicles contiene azúcares que fomentan el desarrollo de caries. En este sentido, el consumo de este tipo de golosina favorece la acumulación de placa bacteriana, la cual, si no se retira a tiempo, se convierte en sarro, una sustancia más dura que solo puede ser eliminada en clínica. Por ello, se aconseja que después de tomar un chicle te cepilles los dientes o, mejor aún, elijas aquellos sin azúcar.
Otro problema asociado al hábito de mascar chicle es el impacto en la articulación temporomandibular (ATM). Los movimientos repetitivos al masticar pueden llegar a inflamar esta articulación. Además, esta sobreestimulación de los músculos de la masticación puede repercutir negativamente en otras partes del cuerpo, causando dolores de cabeza y cuello.
Para aquellos que llevan brackets, mascar chicle puede ser especialmente problemático. Esto se debe a que pueden hacer que los brackets se despeguen o se desprendan, requiriendo una visita urgente al ortodoncista. Al igual que otras golosinas pegajosas como caramelos o frutos secos recubiertos de miel, es mejor evitarlos si llevas aparatos.
Si de vez en cuando mascas chicle, no pasa nada. Como todo, en su justa medida, no tiene por qué ocasionar perjuicios en la salud oral. Sin embargo, si lo haces de manera excesiva, es probable que se desarrolle alguna de las situaciones que acabamos de mencionar.