En muchas partes del mundo persiste la creencia de que el uso de gafas puede debilitar la vista. Sin embargo, investigaciones recientes desmienten esta idea, sugiriendo que el uso correcto de anteojos no solo es seguro, sino beneficioso para la salud ocular.
Un estudio realizado en Nigeria reveló que el 64% de los estudiantes creen que usar gafas puede dañar sus ojos. Esta cifra es consistente con investigaciones en otros países donde grandes porcentajes de las personas, respectivamente, comparten esta preocupación. Incluso en Brasil, parte del personal médico sostiene esta creencia. Pero, ¿hay alguna evidencia científica que la respalde?
Las personas usan gafas por dos razones principales: miopía (dificultad para ver de lejos) y hipermetropía (dificultad para ver de cerca). A medida que envejecemos, el cristalino de nuestros ojos se endurece, dificultando el enfoque a diferentes distancias. Esto lleva a muchos adultos a depender de gafas para leer, pero esta dependencia no es causada por los lentes en sí, sino por el envejecimiento natural del ojo.
"El cristalino se deteriora con la edad, no por el uso de gafas", aclara el profesor Ananth Viswanathan, cirujano del Moorfields Eye Hospital de Londres. Aunque algunas personas creen que sus anteojos empeoran su visión, estudios indican lo contrario. Un estudio en Finlandia de 23 años encontró que los niños que usaron sus gafas continuamente experimentaron una progresión más lenta de la miopía comparado con aquellos que no las usaron.
La situación es diferente para los niños. No usar las gafas adecuadas puede tener efectos a largo plazo en su desarrollo visual. Una prueba en Malasia en 2002 demostró que usar anteojos con una graduación inferior a la necesaria puede causar una mayor elongación del globo ocular y, por ende, empeorar la miopía. "Proveer a los niños con las gafas adecuadas es esencial para evitar problemas como la ambliopía o 'ojo perezoso'", explica Viswanathan.