Mantener el balance hídrico de nuestro cuerpo es crucial para prevenir la deshidratación, especialmente debido al aumento de la pérdida de líquidos por el sudor. Aunque el agua debe ser la base de nuestra hidratación, existen diversas alternativas saludables y bajas en calorías que pueden complementar nuestra ingesta diaria de líquidos. Para asegurar el consumo recomendado de dos litros de agua diarios, es fundamental adelantarse a la sensación de sed, que ya indica el inicio de deshidratación.
Si el agua sola no te resulta atractiva, puedes optar por saborizarla en casa con hierbas y vegetales. En esos dos litros se pueden incluir alimentos líquidos como sopas, infusiones o caldos. Además, los zumos de fruta caseros son otra opción, pero deben consumirse con moderación, ya que pierden fibra y solo queda el azúcar de absorción rápida: la fructosa.
Las frutas y verduras también son excelentes para mantener la hidratación. La sandía y el melocotón tienen un 92% y un 86% de agua, respectivamente. Y el pepino y la lechuga son un 97% agua. Una dieta que incluya ensaladas variadas, gazpachos o cremas frías es ideal.
Estas alternativas pueden ayudarte a mantener una correcta hidratación de manera variada y saludable, complementando tu consumo de agua y asegurando que tu cuerpo funcione correctamente, especialmente en los días más calurosos del año.