La preocupación por el impacto de las redes sociales en la salud mental ha tomado un nuevo giro esta semana, con un alto cargo sanitario estadounidense sugiriendo que las plataformas digitales deberían llevar advertencias similares a las de los envases de tabaco. "La crisis de salud mental entre los jóven*s es una emergencia y las redes sociales se han convertido en un importante factor contribuyente", escribió el doctor Vivek Murthy, cirujano general de EE.UU., en un editorial publicado en el New York Times.
Murthy ha pedido medidas para frenar funciones que contribuyen al uso excesivo de las redes, como las notificaciones push, la reproducción automática y el desplazamiento infinito. "La acci*n empieza por la concienciación", comentó Titania Jordan, directora de paternidad de Bark Technologies, a Euronews Salud. "Tenemos la esperanza de que cualquier tipo de advertencia sirva de trampolín para que todo el mundo despierte y preste más atención a estos peligros".
La situación es especialmente alarmante entre los jóvenes. Según Murthy, casi el 40% de los niños de entre 8 y 12 años usan redes sociales, a pesar de que la edad mínima legal es de 13 años. Jordan enfatiza que abordar esta problemática requiere un enfoque multifacético que incluye la participación de padres, cuidadores, los propios niños, las grandes tecnológicas y la implementación de medidas y leyes nacionales.
Algunas plataformas ya han comenzado a implementar salvaguardias. Por ejemplo, Instagram introdujo la función "Take a Break" (Tómate un descanso), que anima a los usuarios a alejarse de la app después de un tiempo determinado. Otras medidas incluyen la filtración de hashtags que promueven una imagen corporal negativa o trastornos alimentarios. Sin embargo, el éxito de estas herramientas depende en gran medida de la responsabilidad individual de los usuarios.
Titania Jordan resalta el objetivo principal de estas plataformas: mantener a los usuarios, en su mayoría menores de edad, en sus aplicaciones el mayor tiempo posible. "Lo consiguen llenando sus feeds con contenidos que creen que serán 'beneficiosos' para ellos, pero que en realidad son dañinos", advierte Jordan. Ante esto, surge la pregunta de si las advertencias podrían realmente marcar la diferencia o si se necesitarán medidas más drásticas para proteger la salud mental de los usuarios.