El jengibre, es una raíz que ha sido utilizada durante siglos tanto en la cocina como en la medicina tradicional. Originaria del sudeste de Asía, este se ha destaca por sus propiedades aromáticas y sus numerosos beneficios para la salud y la belleza. Esta raíz picante y aromática contiene compuestos bioactivos potentes que ofrecen múltiples ventajas, desde la mejora de la digestión hasta la reducción de la inflamación.
Rico en gingerol, el jengibre tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Este peculiar compuesto hace que este sea sumamente beneficioso para condiciones como la artritis, además protege a las células del daño causado por los radicales libres. Este tubérculo también promueve la producción de jugos gástricos y enzimas digestivas, mejorando la digestión y aliviando síntomas como náuseas y malestar estomacal.
Otro de los beneficios más increíbles de esta raíz es la capacidad que tiene para fortalecer el sistema inmune. Las propiedades antibacterianas del jengibre ayudan a combatir bacterias y virus, por lo que es recomendable para los resfríos o catarros tomar un té de jengibre con miel y limón.
Cómo consumir el jengibre
El jengibre ha sido utilizado tradicionalmente para aliviar diversos tipos de dolor. Este es efectivo para reducir las dolencias musculares después del ejercicio y también ayuda condiciones como la osteoartritis. Para poder aprovechar los beneficios del jengibre se puede ingerir como infusión o incluso se puede rallar y añadir a cualquier plato.