Los períodos de tiempo en que atravesamos situaciones de presión y estrés siempre afectan a nuestra salud en diversos sentidos. La ansiedad, el nerviosismo y los dolores de cabeza son solo algunas de las manifestaciones que pueden aparecer en nosotros, pero hay más: como muchos sabrán, otro efecto concreto e indeseable del estrés es el dolor y la rigidez de la mandíbula. ¿Eres de los que sufren por esa cuestión? Tenemos una serie de consejos y trucos caseros para combatir este problema.
Dos de los trucos caseros que más te pueden ayudar a combatir este problema se vinculan con la alimentación. El primero, y el más sencillo, es que, mientras estés atravesando un episodio de dolores mandibulares, es recomendable evitar los alimentos duros y los bocados grandes, para no requerir tanto esfuerzo al masticar. En ese sentido, se sugiere optar por opciones gastronómicas blandas y, preferentemente, entre tibias y frías. Por otra parte, es deseable evitar la cafeína, puesto que, por sus efectos estimulantes, puede incentivar el nerviosismo y, así, hacer lo propio con el dolor.
Por otra parte, hay que destacar que la aplicación de frío y de calor en la zona afectada forma parte de los trucos caseros a tener en cuenta. Las bajas temperaturas contribuyen con la desinflamación, mientras que las más elevadas ayudan a la relajación de los músculos. De ese modo, es conveniente probar con ambas hasta encontrar cuál nos resulta más útil. Por otra parte, como explican los especialistas, existen una infinidad de ejercicios y masajes para relajar la zona de la mandíbula, ¡y podéis practicarlos en vuestro propio hogar!
A pesar de la existencia y la utilidad de todos estos trucos caseros, es importante destacar que, si los dolores mandibulares persisten, sea por bruxismo o por algún tipo de trastorno en la articulación temporomandibular, es recomendable asistir a una visita médica con un fisioterapeuta. Sin dudas, él podrá darte la solución definitiva al problema que te aqueja. ¡Ánimos!
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