Vivir en las urbes puede tener sus cosas buenas, aunque hacerlo cerca del mar, según la ciencia, puede traer muchísimos más beneficios, como reducir el estrés. Tal como te contaremos a continuación, hay un grupo de psicólogos que analizaron la vida de un conjunto de personas y descubrieron que su salud mental estaba condicionada por el lugar donde viven.
Según una investigación de Health & Place, desde donde aplicaron métodos de estudio de la ciencia, las personas que viven aproximadamente a un kilómetro del mar desarrollan una salud mental mucho más saludable que quienes viven a más de 50 kilómetros de dicho fenómeno natural. Y todo se debe al efecto tranquilizante que este tiene, el cual reduce indiscutiblemente el estrés y equilibra las emociones.
Estar frente al mar y ver su inmensidad hace que el ser humano se vea pequeño e insignificante, sensación que, según la ciencia, produce efectos psicológicos y emocionales altamente beneficiosos. Con esto nos referimos a que, principalmente, lo que se ha descubierto es que, al reducirse el estrés, las personas pueden vivir de otra manera, su psiquis se libera y así sus emociones se equilibran armoniosamente.
Por último, según la ciencia, vivir cerca del mar no solo reduce el estrés, como ya mencionábamos, sino que, además, tiene múltiples beneficios: se respira aire más puro y menos contaminado; se adquiere mayor luz solar, por lo tanto, más cantidad de vitamina D; al reducirse el estrés, las horas de sueño son más placenteras; se mejora el funcionamiento del metabolismo e incluso, hay quienes combaten la depresión.