La crianza de los hijos es una de las experiencias más gratificantes, pero también puede ser una de las más desafiantes. Desde noches sin dormir y rabietas hasta la gestión de emociones complejas en la adolescencia, los padres enfrentan una montaña rusa de demandas diarias. A esto se le suman tensiones financieras, problemas de pareja y las exigencias de un mundo cada vez más acelerado.
Según el informe "Estrés en América" de la Asociación Estadounidense de Psicología (APA), los padres de niños menores de 18 años experimentan niveles de estrés significativamente más altos que la población general. En 2023, un tercio de los padres calificaron su estrés como alto, comparado con solo el 20% del resto de la población.
Además, este estrés puede evolucionar hasta convertirse en agotamiento parental o burnout. Pero, ¿por qué los padres de hoy parecen estar más estresados que nunca? ¿Es el contexto social más demandante o los nuevos modelos de crianza generan más presión?
Causas del estrés en la crianza moderna
María Agustina Capurro, psicóloga perinatal, analiza cómo los cambios en la estructura social influyen en el aumento del estrés parental. “Los movimientos sociales recientes, como la vida en las ciudades, las maternidades y paternidades en edades más avanzadas y el incremento de la empleabilidad femenina, hacen que las tareas de crianza se realicen con menos redes de apoyo familiar y comunitario”, explica. El cuidado de los niños, que antes era más compartido, ahora suele estar tercerizado y pago, lo que incrementa la carga y el estrés.
El panorama moderno de la crianza es exigente. Las expectativas de ser madres presentes, profesionales exitosas, cocinar de manera saludable, hacer yoga con los hijos, validar emociones, evitar gritar y mantener una vida organizada son abrumadoras. “La responsabilidad sobre la vida de los hijos es una tarea de alta demanda, que suele normalizarse, pero conlleva una gran carga horaria y mental, especialmente en los tiempos actuales”, añade Capurro.
Crianza respetuosa y las expectativas inalcanzables
Si bien los paradigmas de crianza han cambiado, los modelos actuales, como la crianza respetuosa, a menudo se confunden con un enfoque intensivo. Este modelo, centrado en las emociones, energía y tiempo de los padres hacia sus hijos, puede ser extremadamente agotador. “En las últimas décadas, este concepto fue instalándose como un aspiracional niñocentrista, donde se espera que madres y padres estimulen intelectualmente a sus hijos de manera constante”, comenta Capurro.
El Papel de la autoescucha en la crianza
Aunque el estrés parental parece inevitable, existen herramientas para reducirlo. Según Capurro, “el ejercicio de la autoescucha en la crianza, así como la sincronización con los tiempos y posibilidades de los hijos, es esencial”. Los padres deben aprender a establecer límites, distribuir tareas y flexibilizar sus expectativas para poder tener una mayor conexión con sus propios deseos y las necesidades de sus hijos.
El cuidado de la salud mental en la familia es fundamental, y tomar tiempo para la autoescucha y el autocuidado es una forma efectiva de aminorar las presiones. “Ir registrando límites, pedir ayuda y verbalizar el cansancio son claves para una crianza más saludable y menos estresante”, concluye Capurro.