No es ningún secreto que la salud mental está en crisis. Con más personas que nunca buscando apoyo psicológico, el desafío de encontrar al terapeuta adecuado puede sentirse como una búsqueda del tesoro en medio de un caos emocional. Si bien la terapia se ha vuelto más accesible y menos estigmatizada, elegir al profesional correcto no es tan fácil como hacer clic en el primero que aparece en Google. Pero respira hondo, porque encontrar al terapeuta perfecto es más un proceso que una carrera.
Primero, hablemos del precio. Dependiendo de dónde estés, la terapia puede costar desde unos pocos billetes hasta un salario completo. Si el costo te preocupa, no te desesperes: muchos terapeutas ofrecen tarifas reducidas para estudiantes, jóvenes o personas con ingresos bajos. Además, en algunos países, puedes acceder a terapia gratuita a través de servicios públicos, aunque con tiempos de espera que podrían poner a prueba tu paciencia. Así que sí, el costo importa, pero no es el único factor a considerar.
Lo segundo que debes pensar es qué quieres trabajar en terapia. No es lo mismo buscar a alguien que te ayude a dejar atrás patrones de pensamiento destructivos, que encontrar a un especialista en trauma o en dinámicas familiares. La terapia no es un producto de talla única, y la modalidad que elijas –desde la Terapia Cognitivo-Conductual hasta la Psicodinámica– puede marcar una gran diferencia en tu progreso. Reflexiona un poco antes de dar el primer paso y pregúntate: ¿qué espero lograr?
El tercer consejo, y tal vez uno de los más importantes, es encontrar a alguien que realmente te entienda. Esto puede significar muchas cosas, pero a menudo tiene que ver con encontrar a un terapeuta que comparta un trasfondo o experiencia similar. Especialmente cuando hablamos de temas complejos encontrar un terapeuta que valide y reconozca tus experiencias puede ser fundamental.
Por último, el debate entre terapia virtual y presencial. Cada opción tiene sus ventajas: la terapia cara a cara puede sentirse más íntima y privada, sin preocuparte por tu compañero de cuarto escuchando tus confesiones más profundas. Sin embargo, las sesiones en línea son una opción atractiva si quieres ahorrar tiempo o dinero, o si simplemente te sientes más cómodo hablando desde la comodidad de tu hogar. La clave está en lo que te haga sentir más seguro y capaz de abrirte.