Con el avance de la edad, nuestro organismo comienza a perder fácilmente nutrientes y a absorberlos con mayor dificultad. Por esta razón, especialistas en nutrición hablan de la importancia de mantener una dieta equilibrada para aportar a la salud y el bienestar. Asimismo, incorporar estas vitaminas ayudan a retrasar el envejecimiento mientras que, también, regula la presión arterial. Además, se debe hacer foco en la a aparición de enfermedades a causa de una mala alimentación, por lo que es el momento ideal para comenzar el año haciendo un cambio rotundo de vida.
En este sentido, la deficiencia vitamínica impacta de forma directa en la salud y bienestar razón por la cual los especialistas sostienen que, si esto se prolonga en el tiempo, las consecuencias pueden llegar a traer padecimientos patológicos tales como la anemia, la hipertensión y el envejecimiento prematuro. "Las vitaminas son moléculas orgánicas imprescindibles para los seres vivos en forma de micronutrientes. Al ingerirlos en la dieta de forma equilibrada y en dosis esenciales, promueven el correcto funcionamiento fisiológico y del metabolismo", enfatizó que un artículo del portal ´Vivir Bien´.
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Por esta razón la Vitamina D es una de las más importantes dado a su nivel de absorción. La misma puede ser ingerida por el organismo por el contacto con el sol, dieta rica en frutas y verduras y suplementos que aportan mejoras en la salud y bienestar. Con su incorporación, se comienza a regular el sistema metabólico con la participación de químicos en el sistema nervioso. A su vez, aporta en el proceso hormonal y la generación de glóbulos rojos. Por su parte, las cantidades diarias que tu físico necesita debe estar supervisado y diseñado por un médico dado a que esto varía según el peso, la edad y la cantidad de actividades que realizas.
La precarización de la salud y bienestar
Para dar cuenta de este flagelo en la salud, científicos realizaron un Estudio Longitudinal de Envejecimiento de Ámsterdam (Lasa), llevado a cabo por la Fundación del Corazón. Allí participaron personas de entre 55 y 65 años sin presentar hipertensión al inicio del estudio. "Debido a este déficit de vitaminas D y K, el 62 % de los participantes en el estudio terminó desarrollando hipertensión arterial al cabo de seis años, por lo que los resultados de este primer estudio abren la puerta a los beneficios de la ingesta de alimentos con alta presencia de estas vitaminas para mejorar la salud cardiovascular".