Cuando nos acercamos a la barrera de los 50 años, el deporte se convierte en un aliado clave para nuestra salud física, ya que a esta edad comenzamos a perder un 1% de musculatura por año. Sin embargo, la buena noticia es que esta tendencia se puede revertir. Hay ejercicios que no solo ayudan a fortalecer nuestros músculos, sino que también mejoran la salud ósea y contribuyen a eliminar la grasa abdominal.
Para hacer frente a estos desafíos con el deporte, la clave está en establecer una rutina efectiva. Incluir entrenamientos con pesas y ejercicios de resistencia es fundamental. El pilates se erige como un aliado de primera categoría en esta etapa, no solo para fortalecer el físico, sino también para liberar la mente.
Los ejercicios aeróbicos como caminar o la natación son excelentes opciones sin repercusión en las articulaciones, moldeando la silueta y controlando el peso. No debemos subestimar la importancia de los estiramientos previos (y posteriores) a realizar deporte para prevenir lesiones y mantener la flexibilidad. El yoga, una disciplina apreciada por celebridades e influencers, es otra excelente elección.
Sorprendentemente, investigaciones científicas recientes han revelado que el bienestar mental está vinculado directamente a la masa muscular. Es decir, más músculo se traduce en más felicidad. Esta correlatividad no solo se aplica a quienes frecuentan el gimnasio, sino también a quienes optan por el deporte y la gimnasia pasiva, que aporta bienestar y alegría a sus vidas. Mantenerse en forma después de los 50 es posible y beneficioso en múltiples aspectos de la vida.