La experiencia de participar en 'Supervivientes: All Stars' no es para cualquiera, sino tan solo para un puñado de valientes. Cada prueba extrema a la que se someten los participantes los deja al borde del peligro. Los concursantes enfrentan condiciones severas como dormir en la intemperie, limitar su dieta a arroz, coco y pescado, y estar durante horas al sol sin acceso diario a una ducha.
Si bien estas normas han sido diseñadas para simular una supervivencia real, lo cierto es que las mismas tiene consecuencias severas en el físico de los participantes de 'Supervivientes: All Stars’. A esto también hay que sumarle las secuelas psicológicas que padecen cuando abandonan la isla y regresan a España, algo que han comentando cada uno de los famosos que pasaron por el reality.
Sin embargo, una de las secuelas más notorias está vinculada con la alimentación que llevaban los participantes en ‘Supervivientes: All Stars’. Después de semanas consumiendo cantidades mínimas de comida, los concursantes regresan anhelando comer todos aquellos alimentos que han echado de menos. Esto a menudo los lleva a comer de forma descontrolada, desoyendo las recomendaciones médicas post-concurso.
A pesar de los consejos de los médicos de seguir una dieta estricta durante las primeras semanas, muchos no logran adaptarse. Por este motivo, los profesionales de salud de ‘Supervivientes: All Stars’ le enviaron una severa advertencia a los exparticipantes, dejando en claro que si no siguen sus indicaciones deberán lidiar con la ansiedad, la inflamación abdominal severa, patrones alimenticios compulsivos y problemas de salud mental.
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