La emérita reina Sofía sin dudas fue un ícono de belleza y elegancia. Durante su vasta gestión frente a la realeza, ella misma se encargó de escoger a los más reconocidos estilistas para que destacasen su persona y la diferenciasen de las demás. Siempre bajo las estructuras monárquicas, la royal se animó a indagar en diversos colores y texturas que la favorecieron al punto tal de ser fuente de inspiración de las principales casas de vanguardia del planeta. Pero no sólo las féminas de la corona utilizan vestidos, aretes, sombreros, zapatos y carteras... también hay un detalle infalible que le da el toque final y del que pocos pueden apreciarlo.
Se trata de lo que todas quieren: oler bien. Por tal motivo, la reina Sofía siempre se encargó en primera persona de seleccionar su aroma favorito para dejar plasmado en aquellos que la rodean una característica indispensable de su día a día. Así lo confesó la exesposa del longevo rey Juan Carlos. L'Air du Temps de Nina Ricci es su esencia preferida -y su mayor debilidad-, un líquido cuya historia es trasversal a la firma que lo ideó.
Se trata de la primera línea de fragancias que ponía en el mercado la marca en 1948 tras el desenlace final del conflicto mundial que teñía al mundo. Desde aquella fecha hasta la actualidad, sigue siendo uno de los principales frascos récords de venta que aún sigue vigente. No se trata de una cuestión de edad; para los expertos en marketing de la fábrica parisina este líquido es el ADN de la casa por lo que su producción seguirá siendo tan importante como hace más de 75 años. Para alegría de la reina Sofía en su tocador siempre estará disponible este ejemplar.
La reina Sofía elige un clásico que no pasa de moda
Según lo narrado por la reina Sofía este perfume tendría todas las cualidades que resaltarían su personalidad. Yendo más a lo profundo, en la descripción de sus componentes, la empresa asegura que la combinación de notas florales espaciadas deja una sensación de frescura y elegancia. Asimismo, dentro de la selección de este tipo de plantas, se pueden hallar destellos de clavel, durazno, rosa o palo de rosa de Brasil, mientras que en el núcleo de la fusión de estos elementos sobresalen los aromas del romero, la orquídea o el jazmín. Finalmente, los componentes culminan en las notas de ámbar, almizcle o cedro que atenúan la dulzura propia de este tipo de vegetación.
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