La reina Isabel II no atraviesa uno de sus mejores momentos. Desde el deceso de su esposo Felipe de Edimburgo en 2021 y tras padecer la enfermedad pandémica de este año, la monarca se encuentra en un estado debilitado, propio de su longevidad. Hace unas horas se dio a conocer la noticia de que su estado de salud no es favorable y por ello no acudirá a uno de los eventos más importantes de Escocia.
Isabel II dejó en claro que a sus 96 años, la mente puede permanecer activa y fresca, pero no por ello, su organismo seguirá respondiendo ante tales exigencias monárquicas. Debido a un varapalo en su salud, el cual no ha sido especificado hasta el momento, la Jefa de Estado británica tomó la decisión de ausentarse del tradicional evento deportivo Braemar Gatherin. En su lugar, asistirá el príncipe Carlos, hecho histórico para un representante de la corona.
En tanto, la salud de Isabel II ha preocupado a sus habitantes, ya que la monarca permanece en su residencia de vacaciones de verano, el Balmoral. A su llegada, la abuela de Guillermo y Harry no presenció la típica bienvenida ofrecida por la guardia real, así como también evitó asistir a otros eventos populares. Este tipo de actitudes son los que han puesto la atención dentro de la Casa Real, con motivo de brindar la mayor comodidad a su soberana.
En tanto, este 5 de septiembre, Isabel II romperá con la tradición histórica de recibir a la investidura del próximo primer ministro en el palacio de Buckingham. En su lugar, Boris Johnson y su sustituto viajarán a Balmoral para encontrarse cara a cara con la reina. De momento, la familia de la monarca no se ha pronunciado al respecto y la Casa Real mantiene un hermetismo absoluto sobre el proceso por el cual atraviesa la británica.