Tanto Charlène como Alberto II protagonizaron un evento de talla internacional en Montecarlo. Tras los rumores de ser una pareja desestabilizada, los príncipes han decidido presentarse ante las cámaras como dos novios muy enamorados y sonrientes. En cuanto a la monarca monegasca, se la ha visto radiante, algo que ocurrió en pocas ocasiones.
Charlène reapareció con su sonrisa característica, llena de glamour y carisma en el baile de la Cruz Roja organizado en su país. Además, ella y su esposo, han sido acompañados por Camille Gottlieb, hija de la princesa Estefanía de Mónaco y Jean Raymond Gottlieb, sobrina de Alberto II. Cabe recordar que esta cita era una de las preferidas por el príncipe Rainiero y Grace Kelly, con motivo de recaudar fondos para fines sociales. Es por ello que la monegasca acudió en su honor.
En tanto al look de Charlène, la princesa dejó en claro que aún preserva el buen gusto para lucir todo tipo de vestimenta en cualquier época del año. En esta oportunidad utilizó un vestido largo satinado con adornos florales joya, sin mangas y con falda hasta el suelo. Como accesorios, la monegasca llevó un bolso de mano azabache, además de un collar rígido, de diamantes y con una mariposa.
De esta manera, Charlène reapareció estupenda, con un maquillaje en tonos metalizados que hizo juego con el look elegido. La princesa monegasca está decidida a no darse por vencida y volver poco a poco a la escena pública, tanto por su imagen como soberana de Mónaco, como por su familia.