Hablar de monarquía es hablar de una larga tradición dentro de la prensa rosa. Incluso antes de que existiera el periodismo del corazón, la nobleza daba de qué hablar. Los rumores sobre la vida íntima de los royals siempre han llamado la atención. Si hoy nos escandalizamos con Iñaki Urdangarin y la infidelidad a la infanta Cristina, pensad que existió un caso anterior igual de relevante. ¿Cuál fue el antecedente? ¿Cómo terminó todo? ¿Qué le espera al pobre Urdangarin?
El caso de Jaime Marichalar es casi igual al de Iñaki Urdangarin. También se casó con una infanta, puntualmente con la infanta Elena de Borbón. Es el padre de Victoria Federica y su principal asesor estético, algo que le vale algún que otro comentario nada inocente, como el de Carmen Lomana, quien se burló de su tan sofisticado refinamiento.
El caso Jaime Marichalar es el único otro divorcio dentro de la Corona, estado que, dentro de poco, compartirá con Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina. En el caso de Jaime y la infanta Elena, las cosas no fueron tan explosivas, pero sí más tediosas: fingieron durante más de 10 años tener una relación idílica, hasta que la prensa supo que vivían en casas separadas. Pero Marichalar es un personaje exótico y siguió dando de qué hablar a la prensa.
Jaime Marichalar no tuvo inconvenientes en vivir la vida con todos sus "excesos". Se lo vinculó con el mundo de la noche y el consumo de estupefacientes. También se rumoreó que tenía un "amigo muy especial": su joven y atlético entrenador personal. Otros rumores sostenían que era una suerte de "sugar daddy", el cual viajaba por el mundo con jóvenes guapos. ¿Será ese el destino de Iñaki Urdangarin, una vida rodeado de placeres terrenales que deja atrás todo formalismo?