El pasado mes de octubre tuvo un estupendo protagonismo con los Premios Princesa de Asturias donde, por primera vez, se ha traslucido en la princesa Leonor el peso de la responsabilidad. La muchacha, que ya escribe sus propios discursos, se ha hecho oficialmente mayor en sus primeros tropiezos.
La transmisión de la gala dejaba momentos emocionantes y tiernos, aunque por primera vez veíamos a una princesa Leonor un tanto insegura y titubeante durante la lectura de su discurso. Por primera vez, parece notarse cómo la heredera se daba cuenta del peso de la responsabilidad que sobre ella ha recaído.
Su madre, la reina Leitizia, está muy pendiente al respecto. Su primogénita vive la mayor parte del año ajena a las cuestiones institucionales, dado que debe atender sus obligaciones como estudiante en Gales. Sin embargo, en la agenda de la heredera se ve reflejada la manera en que se involucra cada vez más con los asuntos de la familia real.
Sin lugar a dudas, el discurso de Su Alteza Real no ha sido uno fácil de dar. En la entrega de galardones, la princesa representa a los futuros adultos y es su labor acercarse cada vez más a una ciudadanía que comienza a conocerle cada vez mejor. Su mensaje era claro: “Los jóven*s somos conscientes de que el mundo ha cambiado y sigue cambiando. Y de que la mejor manera de progresar pasa por mantener el entusiasmo por conocer”.