Uno de los elementos más importantes de toda boda es el vestido de la novia y los complementos como el peinado o las joyas, sobre todo cuando se trata de una ceremonia en el mundo royal. Y este fin de semana hemos tenido el placer de ver a tres novias con looks muy distintos: Charlotte Lindesay-Bethune, Astrid Liechstein y Rebecca Bettarini.
Aunque la ceremonia religiosa del Gran Duque de Rusia será el 1 de octubre, este viernes la pareja se ha dado el ‘sí quiero’ en una boda civil, que tuvo lugar en el Ayuntamiento de Moscú. Por esta razón no vimos a Rebecca Bettarni lucir un clásico vestido blanco. Sin embargo, no podemos pasar por alto el diseño que escogió para su enlace civil. El vestido de color azul hielo, contó con los tradicionales bordados rusos, en honor a la familia de su esposo y de Rusia. Se trata de un diseño de Chiara Boni.
El siguiente estilo royal del fin de semana, fue el de Charlotte Lindesay-Bethune con Jaime de Borbón-Dos Sicilias Landaluce. La nueva duquesa de Noto celebró su ceremonia en la Catedral de Monreale, a bordo de un coche de caballos y en compañía de su Padre. Su esposo es el hijo del duque de Calabria y nieto del fallecido infante don Carlos. Una boda con la mayor expectación, debido a la relación de la familia del novio con la familia del rey Juan Carlos. La novia lució un clásico vestido de cuerpo de encaje floral y falda evasé, que complementó con una tiara, típico en una boda real. La pieza está integrada por perlas y diamantes, que iban en juego con los pendientes que escogió. Junto a un elaborado recogido, con un sencillo velo de tul blanco y un maquillaje discreto logró potenciar en su rostro una imagen muy natural.
El tercer estilo es quizá uno de los más particulares y originales. Astrid de Liechtenstein se unió en matrimonio con Ralph Wonthington en la Catedral de Ortebello con un diseño bastante particular. La elección por líneas sencillas, con escote en uve delantero y trasero, alejaron al diseño del vestido de los cánones habituales con patrones con encajes y líneas clásicas. Además de esto, la espectacular prenda tenía unos bordados que formaban líneas entrecruzadas y figuras geométricas en toda la tela. Junto a una larga cola, un gran velo y unos pendientes en perla con forma de lágrima, la novia lució una Tiara Madreselva en la cabeza, como un homenaje a su recientemente fallecida tía abuela, la princesa Marie, a quien además pertenecía. Este fin de semana, las tres novias acudieron a sus enlaces con estilos muy distintos pero acordes a su gusto particular.