No es una novedad que la relación de la familia real británica con el príncipe Harry y su esposa, Meghan Markle, no está en su mejor momento. Si bien algunas actitudes de ambos lados han demostrado que la reconciliación está muy lejana de suceder, hay otras situaciones que reflejan lo contrario. El primer paso ha sido la decisión de los duques de Sussex de nombrar a su segunda hija con el apodo de la reina Isabel II en la intimidad familiar, Lilibeth. Una nueva idea del padre de la bebé puede seguir acercándolos.
Para el príncipe Harry nunca dejarán de ser su familia, aunque él haya elegido abandonar sus obligaciones y derechos de la Corona. Por ese motivo, ha decidido que quiere bautizar a Lilibeth Diana en el castillo de Windsor. ¿Por qué es tan importante ese lugar? Porque tiene un gran significado para la familia a lo largo de los años. Es la casa que la reina elige como descanso de fin de semana, allí se casaron los duques de Sussex, la princesa Margarita y recientemente se llevó a cabo el funeral del príncipe Felipe.
Además, en el castillo de Windsor fue bautizado el primer hijo de la pareja, Archie, en 2019. Una fuente cercana a ellos reveló la información a un medio estadounidense: "Harry contó a varias personas que quieren bautizar a Lili en Windsor, como a su hermano mayor y esperarán felices hasta que pueda llegar el momento, debido a las circunstancias actuales". El príncipe lo habría comentado en el homenaje que realizaron junto a Guillermo para su madre, Diana de Gales.
Si este deseo del príncipe Harry se cumple, sería la primera vez que Meghan Markle regresa a Londres tras la polémica entrevista con Oprah Winfrey, ya que no pudo asistir ni al funeral del abuelo de su marido ni al homenaje a Lady Di por encontrarse embarazada y luego debido a que Lilibeth era muy pequeña. Además, de concretarse el bautismo podremos conocer el rostro de la bebé que aún no fue presentada en sociedad.
Curiosidades del Castillo de Windsor
La construcción tiene más de 900 años de historia. El rey Guillermo I fue el que lo mandó a construir y allí han vivido más de 30 monarcas. Tiene tres murallas a su alrededor que funcionan como fortaleza para proteger el lugar de los enemigos. A lo largo del tiempo ha sufrido muchas modificaciones y ampliaciones, especialmente después del incendio de 1992.
En la capilla de San Jorge, que está dentro de las inmediaciones, se han casado una gran cantidad de parejas reales, como el príncipe Harry y Meghan Markle. Este lugar es tan importante que durante la Primera Guerra Mundial, Jorge V decidió cambiar el apellido de la familia a Windsor. Todos los miembros de la Corona que no tienen título real poseen este apellido, como Archie y Lilibeth Diana. El público puede visitar el lugar en cualquier momento del año.