Archie, el hijo mayor del príncipe Harry y Meghan Markle, ha sido el centro de las miradas desde antes de nacer. Primero, fueron los desagradables y malintencionados comentarios de la familia real sobre su color de piel cuando aún retozaba en el vientre de su madre. Ahora, pensando en el futuro del niño, sus padres tomaron la decisión de rechazar un título nobiliario.
Se trata de la dignidad de conde de Dumbarton, una localidad del centro escocés. Es uno de los títulos secundarios del príncipe Harry, por lo que el pequeño tiene derecho a él, pero los duques de Sussex han decidido hacerlo a un lado. El motivo detrás de esto es un curioso juego de palabras: Dumbarton comienza con la palabra dumb, que en inglés significa "tonto". Meghan Markle y su esposo temen que esto sea motivo de burlas contra Archie cuando comience la escuela. El bullying es una triste realidad en todo el mundo y Hollywood nos ha mostrado cómo se sufre esto en las escuelas norteamericanas.
Este asunto, revelado por el periódico británico The Telegraph, sale a la luz luego de varias discusiones sobre si Archie llevaría o no un título. Por un lado, se reveló que el príncipe Harry desea que su hijo crezca libre de esas ataduras que corren el foco de la persona. Pero, al mismo tiempo, él y Meghan Markle saben que la ausencia de un título significaría cierta desprotección al interior de la familia real.
Además, el tema de los títulos estuvo en los titulares de los medios cuando trascendió que el príncipe Carlos tendría la intención de, una vez en el trono, modificar leyes para asegurarse de que Archie no pueda obtener el título de príncipe. El objetivo detrás de esto sería limitar un poco más el número de miembros destacados de la realeza, para mostrar al público una imagen de que la casa real “se encoge” para reducir gastos de los contribuyentes británicos.