Los duques de Sussex no dejan de estar en las noticias. Recientemente, se hizo pública la información de que Meghan Markle (39) había experimentado depresión y pensamientos suicidas hace un par de años. Estas declaraciones fueron compartidas por el mismísimo príncipe Harry (34), dentro del contexto de la serie documental The me you can’t see (El yo que no puedes ver), dirigido a desestigmatizar las enfermedades de salud mental.
En el mismo programa, Harry también se sinceró sobre los problemas de alcohol y drogas que atravesó cuando su madre Diana falleció a causa de un accidente automovilístico en 1997. “Estaba dispuesto a beber, estaba dispuesto a tomar drogas, estaba dispuesto a intentar hacer las cosas que me hacían sentir menos como me sentía” le dijo a Oprah Winfrey, una de las co-creadoras de la docuserie de Apple TV.
“Poco a poco me di cuenta de que, está bien, no estaba bebiendo de lunes a viernes, pero probablemente bebería el equivalente a una semana en un solo día, un viernes o un sábado, por la noche. Y estaba bebiendo, no porque lo disfrutara, sino porque estaba tratando de enmascarar algo“ detalló.
Asimismo, el príncipe Harry confesó que vivir como miembro de la Familia Real solo le trajo angustia y estrés. La presión que le fue puesta encima, las tareas que debía cumplir, el trato especial que recibía. El haber conocido a Meghan, a principios de su treintena, lo ayudó a querer estar mejor, lo que finalmente influyó en que ambos decidieran alejarse de la Corona Británica. Definitivamente, una dura historia.