Además de ser la reina consorte de Holanda, Máxima Zorreguieta se ha convertido en un ícono de moda. Y es que es una de las royals con más estilo en estos días, y sus atuendos resultan emblemáticos en cada uso. La reina sabe cómo complementar cada prenda y elegir el accesorio adecuado para cada evento, y es que poseedora del buen gusto también gusta de arriesgarse a combinaciones y colores vibrantes que captan todas las miradas.
Para el día de su boda, Máxima eligió un diseño de manga larga ajustada, cuello redondeado, liso y con unos únicos apliques de encaje a los costados, firmado por el diseñador italiano Valentino. El gran protagonista era el velo artesanal, confeccionado en tul de seda con detalles florales y una tiara de estrellas que era la misma que lució la reina Beatriz en su boda con el príncipe Claus.
En junio del 2019 deslumbró con un atuendo de Claes Iversen durante su visita al estado de Irlanda. Una obra en color crudo que no necesitaba complemento alguno, pues tenía prendidos 34 brazaletes dorados en cada manga. Se la vio reciclar el vestido por primera vez el pasado 11 de mayo.
Al cumplir 20 años con el rey Guillermo, la familia real holandesa visitó la Feria de Abril en Sevilla, en mayo de 2019, donde lució el famoso traje de flamenca firmado por Fabiola García-Liñan en tono royal blue y fucsia. Sus hijas también fueron vestidas por la marca Fabiola 1987.
El look del día de su coronación fue uno de los más emblemáticos de la reina, en color azul Klein con encaje y transparencias, y una capa que cubría hasta el piso, el diseño del holandés Jan Taminiau fue su elegido para uno de los momentos más importantes. Lo complementó con una impresionante tiara de zafiros.
Uno de los vestidos más icónicos que llevó Máxima fue para una cena en Alemania, en color rosa empolvado con bordado de pedrería en plateado. El diseño de escote palabra de honor, también fue creación del holandés Jan Taminiau, uno de sus diseñadores de cabecera, sin dudas.
Para la apertura del Parlamento en 2019, o también llamado Día del Príncipe, la reina llevó un look de lujo que pocos olvidarán. También de Jan Taminiau, lució un vestido en color frambuesa de Alta Costura de la marca, que se complementaba con una capa y sobre sus hombros una pieza con hombros marcados y abertura cut out, íntegramente bordada en pedrería y una cartera en el mismo material. Los zapatos que usó eran del mismo tono solo que en PVC, y guantes de cuero.
Para una de sus últimas apariciones en la asistencia al concierto en su homenaje a el Carré de Ámsterdam, previa a su cumpleaños, la reina llevó un vestido con efecto 3D de Iris Van Herpen, que tenía una base en color piel y encima un diseño transparente con líneas azules que simulaban las curvas del cuerpo.
En octubre de 2012, también utilizó un diseño de Jan Taminiau en color granate y plateado, íntegramente bordado con aplicaciones. Lo llevó para la cena de gala de Guillermo de Luxemburgo y Stéphanie de Lannoy. Lo complemento con una gargantilla y una tiara con rubíes, y una capa de tul también en granate.
Otro de los clásicos atuendos para la reina Máxima son los monos, y uno emblemático fue el rojo de Valentino que llevó a un concierto y que también tiene Charlene de Mónaco.
Benito Fernández, su compatriota argentino ha diseñado muchos de los vestidos que vistió Máxima, uno de ellos fue para su visita a Canadá, en color fucsia con flecos y escote asimétrico, que complementó con la tiara del pavo real y unos pendientes y brazalete haciendo juego.