La monarquía afronta, desde hace varias décadas, una lenta, paulatina e inevitable decadencia. Podemos nombrar dos grandes hitos medianamente recientes: con la muerte de Diana de Gales, en 1997, muchos pensaron que su fallecimiento fue orquestado por la corona. Luego, la salida de Meghan y Harry de la Familia Real vino acompañada de acusaciones de xenofobia. Ahora, la monarquía inglesa pretender resaltar a una de sus más centenarias figuras: Felipe de Edimburgo.
Se trata de una personalidad que, para tratarse de un clásico monarca inglés, tuvo ciertas dosis de humor y carisma. Murió en abril de este año, casi habiendo alcanzado los 100 años de edad. Precisamente el cumplimiento de sus tres cifras iba a ser honrado con un video, entre familiar y documental, sobre la vida de Felipe de Edimburgo. Nunca lo pudo ver.
Ahora, la cadena pública de televisión del Reino Unido emitió dicho documental, a modo de homenaje a Felipe de Edimburgo. Esa es la estrategia que tiene la Corona para poderes enaltecer a una de sus figuras más destacadas e intentar captar más adeptos a la monarquía, la cual es leída como una institución anárquica aunque, valga decirlo, siguen contando con el apoyo de un núcleo duro de fanáticos.
Lo cierto es que Felipe de Edimburgo habría estado triste de saber cómo se tomó la emisión de su documental. Porque la cadena recibió más de 100.000 quejas por haber interrumpido la transmisión oficial para transmitir el documental de una persona que, al parecer, ya poco le importa a los ingleses. ¿Logrará la monarquía levantar su decaída imagen.