Hace años hay un tema que tiene revolucionada a la casa real de Japón, la princesa Mako se enamoró de un compañero de estudio que no pertenece a la nobleza, Komuro. En 2013 se comprometieron y cinco años después iban a casarse, pero algunas polémicas alrededor del novio hicieron que el enlace se posponga hasta hoy, 26 de octubre de 2021. Finalmente, la joven se despidió del imperio real, su título y sus beneficios por amor.
Tres años tuvieron que esperar Mako y Komuro para casarse. Durante todo ese tiempo, la princesa de Japón recibió críticas y hostigamiento por su decisión de abandonar la casa real. Además, la prensa reveló una gran deuda que tenía la madre del novio con una expareja que el joven se ofreció a pagar. Esto le generó problemas de salud a ella y atravesó episodios de estrés postraumático. Sin embargo, su padre sí aceptaba esta decisión: “Apruebo que se casen. Si eso es lo que realmente quieren, entonces creo que es algo que debo respetar”.
Finalmente, este martes la princesa de Japón y Komuro se casaron. En un acto donde participó la prensa, Mako se despidió de la casa real y de su familia. Dirigió una inclinación hacia sus padres, Akishino y Kiko, a su hermana Kako la abrazó cariñosamente y se marchó de su residencia en el Palacio real de Akasaka. No hubo ceremonia de matrimonio, sino solo una unión legal y civil. Luego, ambos hicieron una rueda de prensa, donde el abogado dijo que amaba a su esposa y que quería pasar el resto de su vida con ella.
Además, la princesa de Japón renunció a una gran suma de dinero (alrededor de un millón de dólares) que se le suele dar a las mujeres que desean casarse por fuera de la casa real. Actualmente, Mako y Komuro están en Tokyo, donde están esperando para viajar próximamente a Estados Unidos, donde él trabajará como abogado. Por su parte, ella comenzará una nueva vida alejada de la presión con la que vivía en su país.