El fenómeno del ghosting, donde una persona desaparece de la vida de otra sin previo aviso ni explicación, se ha convertido en un desafío creciente en el mundo de las citas. A medida que las interacciones digitales se vuelven más comunes, este comportamiento se ha amplificado, haciendo que las conexiones emocionales sean cada vez más frágiles. Como si esto fuera poco, ahora tenemos el cloaking, considerado mucho más cruel para muchos.
Para marcar una diferencia significativa, el ghosting se manifiesta cuando una persona deja de responder después de semanas de conversación, desapareciendo sin explicación. En contraste, el cloaking ocurre cuando alguien bloquea tu perfil tras varias interacciones que parecían prometedoras. Estos comportamientos desalentadores no solo interrumpen la conexión genuina, sino que también contribuyen a un entorno de citas donde predominan la evasión y la despersonalización.
La popularidad del cloaking se debe a varios factores: la cultura de la inmediatez, donde las personas cambian rápidamente si algo no les satisface; la falta de compromiso, con el ghosting como una forma fácil de evitar relaciones a largo plazo; la deshumanización en las interacciones online, que facilita tratar a las personas como objetos desechables; y la normalización de conductas tóxicas, donde estas malas prácticas vuelven cada vez más aceptables.
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Si has sido víctima de cloaking, o el ghosting, es crucial entender que el problema no eres tú, sino las personas que lo practican. Para sanar y protegerte, habla sobre lo sucedido con amigos, familiares o un terapeuta para procesar lo que sientes. Dedica tiempo a actividades que te hagan sentir bien y relajado y fortalece tus relaciones saludables rodeándote de quienes te valoran y apoyan para reconstruir tu confianza.