La gastronomía de los Estados Unidos tiene platos increíbles y diversos para ofrecernos. Hamburguesas, pollo frito, pizza estilo Chicago… las opciones son infinitas. En ese sentido, hoy os presentaremos un verdadero clásico cuyos orígenes datan del año 1930, en Philadelphia: el sándwich conocido como philly cheesesteak, con su receta fácil y sabrosa, que podéis incorporar en vuestras comidas. ¡Comencemos!
El philly cheesesteak es, en pocas palabras, un sándwich de carne, queso y cebolla. Su receta no requiere mayores habilidades culinarias, y, de hecho, podéis prepararlo en no más de media hora. ¿De qué manera? Pues bien, lo primero que debéis hacer es cortar cebolla fina, en juliana, y sofreírla hasta que quede caramelizada. Si os resulta complicado hacerlo sólo con aceite de oliva, podéis añadir un toque de azúcar, pero, en verdad, no es estrictamente necesario.
Una vez que tengamos la cebolla, será el momento de la carne de ternera, la protagonista de esta receta. Podéis utilizar filete de redondo o chuletón sin hueso, y debéis cocinarlos cortados en pequeñas tiras, sobre una plancha previamente calentada y a fuego alto, durante poco más de un minuto o hasta que esté al punto de vuestra preferencia. Una vez que la carne esté hecha, añadiremos salsa inglesa, sal, pimienta y queso americano en lonjas trozadas, sobre la misma plancha, pero con el fuego apagado, y, por último, la cebolla que hemos caramelizado. Mezclamos los ingredientes… ¡y a montar!
Para preparar este sándwich, utilizaremos panecillos de hot dog que doraremos con un poco de mantequilla. Añadiremos nuestra mezcla de carne, queso y cebolla en el interior del mismo, ¡y ya está! Como se puede ver, la receta del philly cheesesteak es tan sencilla como deliciosa, y podéis añadirle las variantes que más os gusten para idear vuestra propia versión de este clásico. ¿Lechuga y tomate? ¿Pimientos y salsa barbacoa? Las opciones son infinitas.
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