Es común en nuestra vida cotidiana recibir tanto críticas como elogios de personas cercanas o de individuos en distintos entornos. Sin embargo, aunque recibamos muchas palabras positivas, las críticas suelen tener un impacto mayor y más duradero en nuestro estado de ánimo. ¿Por qué nos afecta más un comentario negativo en medio de tantos elogios?
Esto se debe, en gran parte, a cómo nuestro cerebro procesa la información. La imagen personal, es decir, cómo nos mostramos ante los demás y cómo ellos nos perciben, juega un papel crucial en nuestra identidad y relaciones personales. Las críticas tienden a "perjudicar" esa imagen, afectándonos emocionalmente más de lo que lo hacen los comentarios positivos.
Una de las principales razones detrás de este fenómeno es el sesgo de confirmación. Este sesgo nos lleva a interpretar la información de manera que respalde nuestras creencias o expectativas preexistentes, incluso si son negativas. Además, las emociones negativas requieren más procesamiento cerebral, involucrando más áreas del cerebro, lo que intensifica la reacción a las críticas y prolonga su duración.
Otro factor clave, según los expertos, son los efectos de anclaje y de retrospectiva. El efecto de anclaje ocurre cuando las primeras impresiones o comentarios negativos influyen en cómo actuamos posteriormente. Por su parte, el efecto de retrospectiva nos lleva a reinterpretar eventos pasados con la información actual, lo que puede hacer que las críticas parezcan aún más significativas con el tiempo.
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