La generación Z ha demostrado su capacidad para transformar y dictar el rumbo de la moda, utilizando TikTok como su plataforma principal para marcar tendencias. A través de esta red social, que ya acumula más de mil millones de usuarios, los zoomers han llevado de vuelta la nostalgia por la moda de los 90 y principios de los 2000, imponiendo elementos como las cejas finas, los pantalones anchos y los colores neón. Para muchos, TikTok es el salvaje oeste de las redes sociales, un lugar donde todo puede volverse viral y las marcas encuentran un terreno fértil para conectar con esta nueva audiencia.
Lo que distingue a la generación Z de generaciones anteriores es su conexión con la autenticidad y su aversión hacia lo prefabricado. Las marcas de moda no solo han tenido que adaptarse a esta tendencia, sino que también han encontrado una nueva forma de crecer gracias a su presencia en TikTok. En esta plataforma, lo real y lo espontáneo son la clave para captar la atención. Desde colaboraciones con influencers hasta la creación de tendencias, las grandes firmas han tenido que reconsiderar cómo atraer a un público que ya no se impresiona fácilmente.
Este nuevo enfoque ha permitido que firmas crezcan en popularidad entre adolescentes, impulsadas por estrategias que se alejan de los métodos publicitarios tradicionales. Lo que hace que la generación Z sea especialmente influyente es su capacidad para generar un impacto directo en las ventas: sus decisiones y recomendaciones en TikTok se convierten rápidamente en fenómenos virales que alcanzan a millones de usuarios en cuestión de horas.
Al final del día, esta generación ha redefinido el concepto de influencia, llevando las tendencias desde las pasarelas hasta los videos cortos que consumen millones en sus smartphones. Las marcas que no logren entender este cambio podrían quedar relegadas en una industria que, gracias a TikTok y la generación Z, se reinventa constantemente.