El verano europeo suele ser una época de descanso para la mayoría, pero para el clan Urdangarin-Borbón ha sido todo menos tranquilo. En medio de rumores sobre tensiones familiares y una situación sentimental que sigue acaparando titulares, Iñaki Urdangarin ha tomado una decisión firme que ha dejado claro su compromiso con su nueva pareja, Ainhoa Armentia.
La madre de Iñaki, Claire Liebaert, ha sido durante mucho tiempo una figura central en la familia, especialmente cercana a la infanta Cristina. Sin embargo, cuando Urdangarin conoció a Ainhoa tras comenzar una nueva vida laboral, Claire se mostró reacia a aceptar la nueva realidad de su hijo. Durante dos años, evitó cualquier encuentro con Ainhoa, manteniendo su lealtad a Cristina, la exesposa de Iñaki.
No obstante, el tiempo ha demostrado la solidez del vínculo entre Iñaki y Ainhoa, y Urdangarin decidió que era momento de tomar las riendas de la situación. Según fuentes cercanas, Iñaki dejó claro a su madre que, si quería seguir compartiendo las tradicionales vacaciones familiares con la infanta Cristina, debía aceptar a Ainhoa en la familia.
La firmeza de Iñaki ha dado sus frutos, y esta semana se ha producido lo que muchos consideraban improbable: Claire, Ainhoa, e Iñaki compartieron una comida familiar en la que también estuvieron presentes algunos de los hermanos de Urdangarin. Este gesto no solo marca un punto de inflexión en la relación familiar, sino que también sella la integración definitiva de Ainhoa en el círculo íntimo de Iñaki. El movimiento de Iñaki ha sido interpretado por muchos como una muestra de su determinación por rehacer su vida y consolidar su nueva realidad, dejando claro que Ainhoa ha llegado para quedarse.