En medio de un verano donde las tardes de Telecinco parecían estar en una meseta, el programa Fiesta ha logrado un sorprendente repunte en audiencia, alcanzando un 10.7% de share y atrayendo a 3.7 millones de espectadores. Esta notable mejora, destacada por la agencia independiente Dos30TV en un tweet, ha sido atribuida en gran parte a la aparición de Maite Galdeano y Kiko Jiménez, cuya presencia ha encendido el interés del público.
"Los de #FiestaT5 no se han visto en otra porque las tardes de agosto estaban haciendo mínimos históricos y gracias a Maite, Sofía y Kiko han remontado muchísimo," comentó un usuario en Twitter, anticipando días intensos para el programa.
Sin embargo, no todos los internautas comparten el entusiasmo. Muchos han manifestado su escepticismo respecto a la autenticidad de los dramas televisados, sugiriendo que todo podría ser un montaje bien orquestado. Un usuario escribió: "Es todo un montaje, ya habían dicho que Sofía iba a ser copresentadora de GH, pero como ha salido muy mal parada de Supervivientes All Star, están intentando blanquear su imagen a toda costa."
Las críticas no se limitan al contenido del programa, sino que también apuntan a los valores que promueve al dar protagonismo a conflictos familiares en pantalla. "Te compensa que una familia se despelleje en TV a cambio de buenos datos de audiencia. No esperaba algo diferente de ti," reprochó otro usuario.
Mientras Fiesta disfruta de su recién recuperada popularidad, la polémica en torno a la veracidad de sus contenidos y el impacto ético de sus tramas sigue creciendo, demostrando que en la televisión, el éxito en audiencia no siempre va de la mano con la aprobación pública.