Para que una tendencia se vuelva viral en las redes sociales, debe atravesar varios pasos. Inicialmente, alguien, ya sea un influencer o una publicación de una revista o cuenta de decoración, marca el comienzo de esta moda. Luego, el respaldo positivo de la opinión pública y la cantidad de publicaciones unido por un hashtag común, como #backwardsbook (libros al revés), refuerzan la tendencia. Este particular estilo de la decoración convierte a los libros en un elemento esencial de la estética de tu hogar.
¿Esta tendencia se enfoca en la practicidad o en la estética? La reconocida interiorista y estilista Dafne Vijande explica que colocar los libros al revés es "una respuesta a la necesidad de crear espacios visualmente más armoniosos y minimalistas". La búsqueda de la simplicidad, la cohesión en la paleta de colores y la estética limpia ha llevado a muchos a adoptar esta tendencia. Al girar los libros, se elimina la diversidad de colores y tipografías de las portadas, lo que ayuda a evitar el caos visual en la decoración.
La interiorista agrega que, si los libros se colocan correctamente, no solo no arruinan la decoración, sino que la realzan. "Una opción es organizarlos por colores, creando gamas en cada estantería", sugiere Vijande. Los tonos neutros que tienen las hojas de los libros transmiten seguridad y comodidad, además de conectar visualmente con la naturaleza, lo que tiene un efecto relajante y contribuye a reducir el estrés en el ambiente.
Eliminar elementos visuales, como colores llamativos y tipografías variadas, permite que otros elementos decorativos, como plantas, esculturas o fotografías, se conviertan en el centro de atención en el espacio. "Se trata de aligerar un poco para que no haya tantos libros y colocar entre ellos una escultura o un jarrón de vez en cuando, de forma desigual", concluye la experta en decoración.
Suscríbete gratis a nuestro canal de noticias