Los cactus son plantas fascinantes, conocidas por su capacidad de sobrevivir en condiciones extremas. Aunque su apariencia robusta y resistente pueda dar la impresión de que no necesitan mucho cuidado, regar correctamente un cactus es crucial para su salud y longevidad. Aquí te explicamos cómo hacerlo para que tus cactus vivan más tiempo y con más vitalidad.
Conoce las necesidades de tu cactus
Antes de empezar a regar, es esencial entender que los cactus, a diferencia de otras plantas, están adaptados a entornos áridos donde la lluvia es escasa. Por ello, sus raíces son eficientes en absorber y almacenar agua, lo que significa que menos es más cuando se trata de riego. Un exceso de agua puede ser más perjudicial que la falta de la misma.
¿Cuándo regar?
El riego de los cactus depende en gran medida de la temporada del año. Durante la primavera y el verano, que es la época de crecimiento activo, necesitarán más agua. En estos meses, es recomendable regarlos cada dos o tres semanas, pero siempre dejando que el sustrato se seque completamente entre riegos. En cambio, durante el otoño e invierno, cuando los cactus entran en un estado de reposo, basta con regarlos una vez al mes, o incluso menos, dependiendo del ambiente en el que se encuentren.
¿Cómo regar correctamente?
El método de riego es tan importante como la frecuencia. Lo ideal es regar los cactus desde la base, dejando que el agua llegue directamente a las raíces. Para ello, coloca la maceta sobre un platillo con agua y permite que la planta absorba el líquido durante unos minutos. Luego, retira el exceso de agua para evitar que las raíces queden encharcadas.
Otra opción es regar desde arriba, pero asegurándote de que el agua no quede acumulada en la superficie del sustrato. Usa una regadera con boquilla fina para controlar mejor la cantidad de agua y evitar que el agua toque la base del cactus, lo que podría causar pudrición.
Lee también: La planta que no necesita cuidados
El sustrato adecuado
Un buen drenaje es vital para mantener a tu cactus saludable. Usa un sustrato específico para cactus o prepara una mezcla de tierra para macetas con arena gruesa o perlita para mejorar la aireación y el drenaje. Esto ayudará a prevenir el encharcamiento y permitirá que el agua sobrante se drene rápidamente.
Señales de un riego inadecuado
Es importante estar atento a las señales que indican si estás regando demasiado o muy poco. Si tu cactus comienza a mostrar signos de descomposición en la base, como suavidad o manchas negras, es probable que esté recibiendo demasiada agua. Por el contrario, si el cactus se ve arrugado o desinflado, podría estar necesitando un poco más de riego.