Las mascarillas faciales son una excelente opción para cuidar tu rostro, permitiendo mejorar tanto las capas superficiales como las más profundas de nuestra piel. Por suerte, hay varios elementos en nuestra cocina que podemos usar para crear nuestras propias mascarillas caseras, evitando así gastar dinero en productos químicos o fabricados en laboratorios.
Diversos factores como la humedad, el calor, el sol y el frío pueden afectar la salud de nuestra piel, y es fundamental saber qué tipo de mascarillas caseras debemos usar. Si la sequedad en el rostro es tu principal problema, prueba a hacer una mascarilla casera de aguacate, plátano y una cucharada de miel. Aplica esta mezcla, déjala actuar durante 10 minutos y luego retirarla completamente. El resultado es impresionante y te proporcionará una hidratación única.
En cambio, si el problema es la piel grasa y no puedes controlar los brillos, la solución es una mascarilla casera de limón y avena. Con dos cucharadas de avena, dos de yogur y dos de jugo de limón, tendrás la solución en solo 15 minutos. Realiza un suave masaje en el rostro, deja reposar la mezcla y luego límpiala sin frotar. El limón actúa como un excelente exfoliante y antibacteriano, ayudando a eliminar puntos negros y granos.
La mascarilla casera de chocolate funciona para todo tipo de pieles. Solamente hay que mezclar en un bol dos cucharadas de cacao sin azúcar, una cucharadita de aceite de oliva y un producto hidratante. La capacidad antioxidante del cacao deja tu rostro renovado y saludable en apenas unos minutos.
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