El diseño y la decoración del hogar pueden influir significativamente en nuestro estado de ánimo. La casa es un refugio personal que brinda bienestar y seguridad, pero también puede convertirse en una fuente de problemas de salud mental. Según una encuesta realizada en Colombia por el Ministerio de Salud y Protección Social y el Centro Nacional de Consultoría, "la casa es el espacio más propicio para generar problemas de salud mental", como respondió el 44,5% de los encuestados.
Este espacio es mencionado con más frecuencia por las mujeres, lo que resalta la paradoja de que el lugar que debería ofrecer más protección es también donde muchos se sienten más vulnerables. Esto subraya la importancia de entender los efectos psicológicos de los espacios que habitamos y cómo la decoración puede afectar nuestra calidad de vida.
La creación de ambientes tranquilos, limpios y bien iluminados se ha vuelto esencial para mejorar nuestra permanencia en ellos. Estudios en roedores han demostrado que el hacinamiento y la exposición a ruidos o luces brillantes pueden desencadenar respuestas fisiológicas al estrés, un claro ejemplo de cómo la decoración puede afectar nuestro bienestar.
La psicología de los espacios y el house coaching también juegan un papel crucial. Sisi Salamanca, coach ontológica, explica que "cada espacio o elemento está ligado a los procesos emocionales de una persona". El desorden o la acumulación de objetos pueden indicar bloqueos emocionales, mientras que un hogar bien organizado y decorado puede elevar nuestro estado de ánimo y promover el amor propio. Laura Casas, experta en diseño holístico, sugiere simples rituales como ordenar, adornar con flores y esparcir esencias para renovar y equilibrar nuestro entorno, demostrando que nuestra vivienda puede ser un lugar de sanación y bienestar.