Francia es, indudablemente, una de las naciones que más y mejores ejemplares ha aportado al mercado numismático. Con una interesantísima historia como país, los galos han confeccionado todo tipo de piezas en homenaje a sus principales referencias. A lo largo del tiempo, muchas de ellas se han revaluado y se han convertido en joyas para los coleccionistas. A continuación, una moneda que es el marcado ejemplo de ello.
La moneda del año 1858 de 20 francos de denominación es uno de esos ejemplares que cualquier coleccionista quisiera tener en su catálogo. Con casi dos siglos de antigüedad, esta unidad de oro, con 21 milímetros de diámetro y 6,4 gramos de peso, destaca por su diseño que, ante todo, nos habla de la historia francesa. ¿A qué nos referimos?
Esta pieza lleva en su anverso la imagen del emperador Napoleón III, una personalidad más que destacada del ámbito de la política en una era muy convulsa y relevante para la nación gala. Nacido en París, Carlos Luis Napoléon fue Presidente de la Segunda República Francesa entre 1848 y 1852, y luego, emperador entre 1852 y 1870. Como podemos ver, se trata de un hombre muy importante a nivel histórico, motivo por el cual, claro, el ejemplar con su rostro resulta muy destacado.
Según los sitios especializados del ámbito de la numismática, la moneda de Napoleón III del año 1858 cuenta, en caso de poseer las certificaciones correspondientes y un estado de conservación adecuado, con un valor de mercado de entre 8000 y 12000 euros aproximadamente. ¡Una joya realmente incomparable! ¿Os gustaría tenerla en vuestra colección?
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