El café es una de las infusiones más consumidas en el mundo, apreciada por su capacidad de reinventarse y utilizarse en muchas recetas, tanto dulces como saladas. La cultura del café está profundamente arraigada en todo el mundo y cada vez más personas se sumergen en este fascinante universo. Sin embargo, muchos desconocen ciertos trucos esenciales para mantener sus propiedades intactas. Aquí te compartimos cinco consejos para preservar la frescura y el sabor.
Primero es fundamental encontrar el lugar adecuado para conservarlo. El café debe almacenarse en un espacio fresco, seco y en un recipiente hermético. La infusión es particularmente sensible al aire, al calor y a la humedad. Aunque la nevera puede parecer una opción adecuada, presenta un problema: los olores que pueden filtrarse y arruinar el aroma del café.
Otra recomendación es comprar café en granos y molerlo justo antes de la preparación. Este método permite conservar las propiedades hasta el último momento. Existe una diferencia notable entre el café recién molido y el que ha estado expuesto al aire. Para ello, es necesario disponer de un molinillo en casa. Si no se cuenta con un recipiente adecuado es crucial cerrar bien el paquete original una vez abierto. Usar pinzas o bolsas para minimizar el contacto con el aire.
Un truco adicional es emplear papel film, un elemento común en la cocina para mantener el café fresco. Colocar un trozo de papel film directamente sobre los granos de café, en contacto con ellos, reduce significativamente el riesgo de oxidación y pérdida de propiedades. Este método sencillo y efectivo ayuda a conservar el sabor y aroma del café durante más tiempo.