La dependencia emocional en los vínculos es un fenómeno que afecta a muchas personas, a menudo sin que se den cuenta. Este problema surge cuando los individuos establecen lazos tan fuertes con alguien que convierten a esa persona en su apoyo incondicional, haciendo que su vida y su estado de ánimo giren en torno a ella.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha explicado en qué consiste este tipo de vínculo: "En una relaci*n dependiente se depositan sobre el otro las necesidades propias, los anhelos, la seguridad, el autoestima… se depende del otro para todo, desde cualquier decisión diaria u otras más determinantes, hasta el ocio y tiempo libre. La persona dependiente vive a través de la otra persona, por y para él o ella", señalan.
Es importante reconocer que en todas las relaciones hay un cierto nivel de dependencia, ya que cualquier vínculo que formamos nos aporta algo positivo. La clave está en saber dónde está el límite entre lo que es normal y lo que se considera dependencia emocional.
Algunos consejos:
La OCU subraya que la clave para identificar cuándo una relación se ha vuelto dependiente está en el grado de necesidad hacia la otra persona, y cuando esa necesidad supera lo normal en el contexto de la relación.
Para evitar caer en relaciones dependientes es crucial trabajar en uno mismo, desarrollándose y creciendo de manera independiente. Aquí hay algunos consejos para mantener la autonomía en las relaciones:
Incrementar la red social: Crear un círculo de amistades y relacionarse con familiares o compañeros para realizar actividades diferentes y ocupar el tiempo con otras personas que no sean la pareja.
Fomentar actividades de ocio: Tener hobbies, ya sea solo o acompañado.
Implicarse en proyectos o actividades: Participar en iniciativas que permitan el crecimiento personal y la conexión con nuevas personas.
Diversificar las fuentes de aceptación y valoración: No centrarse únicamente en la opinión de una persona, sino tener varias opiniones para formar una propia.
Trabajar en estos aspectos puede ayudar a mantener vínculos saludables y equilibrados, donde cada individuo conserva su independencia y autonomía.