Desde el Viejo Continente, países como Francia, Italia, o incluso España, han hecho extraordinarios aportes al mundillo de la numismática. Sin embargo, poco se habla de naciones como Rusia, cuyas piezas no suelen ser tan codiciadas entre los coleccionistas. Aun así, a continuación conoceremos una moneda rusa que, por su historia, se ha convertido en una auténtica joya que muchos anhelan.
El ejemplar del rublo del año 1912 es una de esas piezas que cualquier numismático quisiera tener en su colección. Es una moneda de plata de los tiempos del último zar de Rusia, Nicolás II, que destaca, por sobre todas las cosas, por su valor histórico. ¿A qué nos referimos?
Esta pieza ha sido acuñada con motivo del centenario de la derrota de Napoleón en la batalla de Borodinó, una de las contiendas bélicas más importantes dentro de las llamadas guerras napoleónicas. De esta manera, se trata de una moneda que remite a un momento crucial en la antigua historia rusa.
Por su valor histórico, esta moneda también cuenta con un impactante valor económico. Según los sitios especializados, en caso de contar con las certificaciones que corresponden y con un estado de conservación idóneo, quien cuente con este ejemplar podría embolsar hasta 5000 euros aproximadamente. ¿Os gustaría tener esta pieza en vuestra colección?
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