¿Cansado de esconder tus uñas amarillentas como si fueran un oscuro secreto? Es algo que les pasa a muchos. Y es que las uñas amarillas pueden ser resultado de diversos factores, desde el uso constante de esmaltes oscuros hasta infecciones fúngicas. ¡Pero tiene solución!
Primero, la prevención es clave. Se recomienda evitar el uso prolongado de esmaltes oscuros y siempre de aplicar una base protectora antes de pintarlas. Esto no solo ayuda a prevenir las manchas, sino que también fortalece las uñas frente a posibles daños químicos.
Si ya tienes las uñas amarillentas, no te preocupes. Un remedio sencillo y efectivo es el bicarbonato de sodio. Debes mezclar bicarbonato con agua tibia y frotar suavemente sobre las uñas con un cepillo de dientes viejo. Esto elimina las manchas superficiales y aclara el color de manera gradual.
La higiene también es esencial. Mantén tus uñas limpias y secas, especialmente después de estar en contacto con agua o sustancias que puedan mancharlas. Además, recuerda cortarlas regularmente y limarlas para evitar que se acumulen bacterias que contribuyan al amarilleo.