La escasez y la antigüedad son, indudablemente, dos de los factores que pueden volver codiciado y valioso a un ejemplar del campo numismático. Cuando una moneda combina esos dos elementos, en general, su valor económico se eleva vertiginosamente. En ese sentido, hoy conoceremos el ejemplo de una pieza de Brasil que se adapta perfectamente a esa descripción y que, por eso, es anhelada por los coleccionistas.
El ejemplar de 40 reales del año 1828, acuñado en la ciudad de Cuiabá, es una de las piezas de origen Brasil que más interesa a los coleccionistas. Como hemos dicho, esta moneda de bronce destaca, principalmente, por su escasez, pues casi no se conocen ejemplares de la misma, y por su antigüedad, que es cercana a los dos siglos. Pero, además, tiene un diseño muy bonito.
En su anverso, esta moneda lleva su denominación y otros datos típicos de estos ejemplares. Lo más distintivo está en el reverso, pues lleva el escudo del Imperio del Brasil, la forma administrativa que adoptó el país hasta el año 1889, junto a la frase ‘In hoc signo vinces’, del latín, que significa ‘Con este signo vencerás’. Sin lugar a dudas, son detalles que la convierten en una pieza muy interesante.
Esta antigua moneda de Brasil, con las certificaciones requeridas, y con un estado de conservación adecuado, posee un valor de alrededor de 500 euros según los sitios especializados. Como se puede ver, es bien valorada por los numismáticos. Y a vosotros… ¿os gustaría tenerla en vuestra colección?
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