El desperdicio de alimentos es un problema alarmante a nivel global. Cada año, más de 1,3 mil millones de toneladas de comida se tiran a la basura. Este volumen de alimentos sería suficiente para alimentar a dos mil millones de personas, más del doble de la cantidad de personas que sufren desnutrición en el mundo.
Este problema, en un porcentaje, se origina en nuestros propios hogares. Los datos son claros: necesitamos mejorar nuestra gestión de alimentos en casa. Aquí te ofrecemos algunos consejos para reducir el desperdicio de alimentos. Primero, evita comprar en exceso. En lugar de aprovechar todas las ofertas, compra solo lo necesario para tu consumo diario. Planificar tus comidas semanalmente y hacer una lista de compras son trucos simples pero efectivos que pueden ayudar a mantenerte enfocado al comprar.
Es crucial entender la diferencia entre la fecha de caducidad y la fecha de uso preferente para evitar el desperdicio de alimentos. La fecha de caducidad indica el último día en que un producto debe ser consumido para garantizar su seguridad, mientras que la fecha de consumo preferente sugiere hasta cuándo el alimento mantendrá su mejor calidad. Por ejemplo, después de la fecha de consumo preferente, productos como lentejas y pasta aún son seguros para comer, aunque su calidad puede haber disminuido.
Mantener un control riguroso sobre las fechas de caducidad y consumo preferente en tu despensa y refrigerador es vital para reducir el desperdicio de alimentos. Estos pequeños cambios en tus hábitos de compra y almacenamiento pueden tener un importante impacto en la reducción del desperdicio alimentario y contribuir a un planeta más sostenible.
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