Como todos los coleccionistas saben, Francia es uno de los países que más y mejores monedas le ha aportado al mundillo de la numismática. Los galos cuentan con una historia nacional verdaderamente cargada de acontecimientos de peso, lo que ha llevado a que sus piezas tengan, también, mucho valor simbólico. A continuación, una moneda que lo ejemplifica a la perfección.
La moneda de 10 francos del año 1896 es una joya histórica que, sin dudas, cualquier coleccionista quisiera tener en sus manos. Acuñada en París, con 19 milímetros de diámetro, y el oro como su material de fabricación, esta pieza ha sorprendido a muchos coleccionistas.
Más allá de sus características materiales, este ejemplar tiene, ante todo, un notable valor histórico, pues fue acuñada en los tiempos de la Tercera República, en una época de cambios para la nación francesa y la humanidad en general. En su anverso podemos ver la cabeza de Ceres, y en su reverso, el lema de la Revolución, ‘Liberté, Égalité, Fraternité’, junto a su valor y su año.
Esta histórica moneda francesa, en caso de contar con las certificaciones y las condiciones de conservación correspondientes, tiene un valor de mercado que oscila entre los 250 y los 350 euros. Sin lugar a dudas, se trata de una joya que muchos anhelarían tener. ¿Qué esperáis para ir a buscarla?
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