Más allá de las polémicas pasajeras, si hay algo que suscita interés de manera ininterrumpida desde hace años en la realeza es el vínculo de la reina Letizia con la familia de su esposo, el rey Felipe VI. La monarca posee un lazo bastante tirante con los seres queridos del Jefe de Estado, y, en especial, con el rey emérito Juan Carlos, y a pesar de que ha habido varios intentos para mejorar esa situación, lo cierto es que no han funcionado.
En ese sentido, en esta ocasión, la reina consorte tiene una oportunidad de oro para recomponer el vínculo con la familia de don Felipe. En el día de hoy, en la Iglesia Catedral de las Fuerzas Armadas, se celebra la misa en homenaje a Fernando Gómez-Acebo, el sobrino del rey Juan Carlos que perdió la vida el pasado 1 de marzo. Pero, ¿por qué este evento podría ser tan importante para doña Letizia?
Cuando sucedió el lamentable deceso de Fernando Gómez-Acebo, la reina consorte acudió al tanatorio junto a su esposo, pero luego, al día siguiente, no lo acompañó a la misa funeral, en un gesto que fue más que cuestionado y criticado. Ahora, la nacida en Oviedo cuenta con una ocasión para reparar lo sucedido, acompañando a Simoneta, Juan, Bruno y Beltrán, los hermanos del fallecido, y afrontando el desafío de pasar algunas horas junto a la familia del Jefe de Estado, entre los que se espera que estén el propio rey Juan Carlos, la reina Sofía y las infantas Elena y Cristina.
Por supuesto, tal como sucede con la reina Letizia, la presencia del rey Felipe VI en la misa tampoco está confirmada. Sin embargo, en su caso, al haber sido de la partida en el tanatorio, una eventual ausencia no generaría tantos cuestionamientos. Para la monarca, en cambio, esta es una oportunidad de lo más relevante para acallar a sus detractores. ¿Qué sucederá? ¿Asistirán ambos, ninguno o sólo uno de los reyes? Sin lugar a dudas, son las preguntas del día.
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