Iñaki Urdangarin, el exduque de Palma, y Ainhoa Armentia han emprendido una nueva etapa en Vitoria tras la firma de su divorcio con la infanta Cristina. El 24 de enero marcó un cambio sustancial en sus vidas desde el punto de vista legal. Los hijos de la pareja, Juan, Pablo, Miguel e Irene, prestaron su consentimiento respecto a las medidas que afectan sus vidas, aunque no estuvieron presentes en la firma ante notario.
Ahora, Iñaki y Ainhoa disfrutan de su libertad y han iniciado una vida juntos en su nuevo hogar en la misma urbanización donde vive la madre de Urdangarin, Claire Liebaert. Después de un tiempo complicado, marcado por acuerdos y consensos previos al divorcio, Urdangarin se siente "liberado".
A pesar de las especulaciones de algunos medios sobre una posible boda inminente, fuentes cercanas a la pareja indican que, aunque han hablado de ello, aún no han tomado ninguna determinación oficial. La pareja desea acondicionar su nueva vida y disfrutar de esta etapa antes de dar el siguiente paso. Iñaki busca estabilidad laboral, y ambos desean que sus hijos y Ainhoa tengan un vínculo normal antes de considerar el matrimonio, que planean llevar a cabo en la más estricta intimidad.
El vinculo de Ainhoa con los hijos de Iñaki sigue un ritmo distinto, aún sin una presentación oficial. Mientras que las recientes fotografías de la pareja con el hijo mayor de Armentia evidencian la complicidad entre Iñaki y él, la exposición mediática no fue del agrado de la pareja. Ainhoa, en particular, expresó su deseo de volver a la anonimidad, lamentando la atención no deseada de los paparazzi.