Sin lugar a dudas, dentro del campo de la numismática, las monedas antiguas se ubican entre las más codiciadas por los coleccionistas. En general, se trata de piezas escasas, con valor histórico y con diseños muy diferentes a los actuales, lo que las convierte en ejemplares que cualquiera quisiera tener. A continuación, veremos el caso de una moneda francesa que es el ejemplo perfecto de ese tipo de unidades.
La moneda de oro del año 1568 conocida como ‘Ecu D'Or au Soleil’ es una de esas piezas que todo coleccionista catalogaría como una auténtica joya. Con 23 milímetros de diámetro y aproximadamente 3 gramos y medio de peso bruto, esta pieza destaca, ante todo, por su sorprendente antigüedad, que alcanza prácticamente los 5 siglos.
Acuñado en los tiempos del rey Carlos IX, quien supo llevar las riendas del país galo entre los años 1560 y 1574, este ejemplar se caracteriza, como suele suceder con todas las piezas de épocas antiguas, por sus irregularidades en el diseño. Aún así, debe destacarse que se trata de una unidad que combina escasez, fineza y valor histórico.
Debido a todas estas condiciones, si os topáis con una moneda como esta, con las condiciones de conservación y certificación correspondientes, podría costar entre 1200 y 1400 dólares, según los sitios especializados. ¿Os gustaría contar con una pieza como esta en vuestra colección?
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