Tamara Gray, una muchacha australiana de 35 años, vivió un momento insólito al recibir la llamada para un trasplante de riñón justo cuando se dirigía a un concierto de Taylor Swift en Sydney. La noticia se volvió viral al desvelarse que la llamada del hospital anunciando la disponibilidad del órgano llegó en el preciso momento en que se aprestaba a ver el espectáculo de la artista estadounidense.
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En declaraciones al Canal 9 de la televisión australiana, Gray compartió su sorprendente experiencia: "Recibí una llamada del hospital diciendo que tenían un riñón". Ante la inesperada situación, confesó que brevemente consideró rechazar la oferta, pero, consciente de la importancia vital del trasplante, rápidamente descartó esa posibilidad. La dama sufre de nefropatía por IgA, una enfermedad autoinmune que afecta sus riñones.
Gray, quien destinaba 15 horas semanales a la diálisis, considera el momento como un verdadero milagro: "Obviamente estaba destinado a ser así". Explicó que de haber estado en un vuelo o en el concierto, habría perdido la llamada, lo cuál hubiese sido desesperante para ella. Actualmente, después del trasplante, planea asistir a otro concierto de Taylor Swift, cumpliendo así su sueño pospuesto.
Muchas personas han destacado que el episodio que vivió Gray de camino al concierto de Taylor Swift es la manera en la que la vida presenta desafíos y oportunidades en los momentos menos esperados. De todas maneras, la australiana se ha expresado con mucha gratitud ante la nueva oportunidad y ha dejado en claro que mira al futuro con esperanza de tener la posibilidad de seguir viajando y regocijarse de la música que ama una vez que se realice la intervención.