La Familia Real Española enfrenta una nueva ola de rumores y especulaciones después de las recientes declaraciones de Jaime del Burgo, quien sugirió un supuesto affaire con Letizia Ortiz. A pesar de la polémica en curso, el Rey Felipe VI ha decidido tomar un respiro durante el fin de semana, optando por regresar a Baqueira-Beret, su destino tradicional para disfrutar del esquí, uno de sus deportes favoritos desde la infancia.
La agenda oficial del rey concluyó la semana pasada con su participación en la inauguración del 150º aniversario de la Intervención General de la Administración del Estado en el Museo Reina Sofía. Con el fin de semana libre, Felipe VI se dirigió al Pirineo Catalán, donde se encuentra la estación de Baqueira-Beret. El monarca, conocido por su amor por el esquí, llegó justo a tiempo para aprovechar una nevada que dejó de 10 a 20 centímetros de nieve en las pistas.
Durante su estancia, el Rey compartió momentos de ocio con amigos, cenando en el restaurante El Fogón del Valle en Vielha. El sábado, dedicó la mañana a esquiar en las pistas de Baqueira y Beret, disfrutando de las condiciones de nieve y deteniéndose para almorzar en un restaurante local. La presencia de Felipe VI no pasó desapercibida, ya que es una zona conocida por ser una de las favoritas de los Borbón para practicar esquí.
Este viaje marcó un año desde la última vez que se vio al Rey esquiando en la región, y, aunque no se develaron los nombres de sus acompañantes, se especula que este fin de semana fue un "plan de chicos". Aunque podría haber estado con su esposa, Letizia, o sus hijas, por ahora, es una escapada centrada en la afición del monarca, ya que se sabe que el esquí no figura entre los deportes preferidos de la Reina. La decisión de pasar el fin de semana por separado ha avivado la especulación en los medios sobre la situación actual de la pareja real.
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